La energía hidroeléctrica es una fuente de energía renovable que se produce aprovechando el paso de los ríos a través de la construcción de represas. Existen varios tipos de centrales hidroeléctricas, cada una con características propias.
Tipos de Centrales Hidroeléctricas
La central hidroeléctrica más común en el mundo es la llamada «central de embalse». En este tipo de centrales, el agua se acumula en la represa para luego caer desde la altura sobre una turbina hidráulica, haciéndola girar y produciendo electricidad con los generadores eléctricos ubicados en la sala de máquinas. Luego, se eleva su tensión para transportar la energía sin mayores pérdidas y posteriormente incorporarse a la red eléctrica. Por otro lado, el agua utilizada retoma su curso natural.
Otro modelo son las “centrales de pasada”. Este tipo de centrales aprovechan el desnivel natural del río para luego derivar el agua por un canal hasta la central en donde se mueven turbinas que pueden ser de eje vertical (si el río tiene una pendiente pronunciada) u horizontal (si la pendiente es baja), generando energía eléctrica de manera similar a las centrales de embalse. Este tipo de centrales operan de forma continua ya que no tienen capacidad para almacenar el agua.
Finalmente, otro modelo de centrales hidroeléctricas son las “centrales de bombeo o reversibles” que, además de aprovechar la energía del agua, pueden consumir energía para transportar el agua hasta el embalse superior en horas de baja demanda y liberarla cuando el consumo eléctrico es elevado. Funcionan como un método de almacenamiento de energía para satisfacer la demanda energética.
En el escenario actual, donde muchos países están experimentando una transición energética, la modernización de centrales hidroeléctricas requiere ir más allá del mantenimiento “business as usual”. La digitalización de los activos será crucial para proporcionar servicios avanzados de flexibilidad de la red, sin comprometer la confiabilidad de las centrales hidroeléctricas. La recopilación y el procesamiento de datos en tiempo real permitirán ajustes de generación de energía hidroeléctrica a las necesidades de la red con mayor seguridad, así como una mayor producción de generación, coordinada con otras fuentes renovables. Además, la planificación de la energía hidroeléctrica sostenible puede beneficiarse de técnicas avanzadas de procesamiento e información satelital digital.
En los próximos meses los países deberán definir y tomar rápidamente acciones para reactivar la economía. Entre estas acciones serán claves el fomento de la inversión en infraestructura sostenible, y la reactivación de la actividad productiva e industrial. Asimismo, el brote del COVID-19 ha dejado en evidencia la urgencia de impulsar la digitalización en todos los ámbitos de la economía, a fin de incrementar su resiliencia ante otras emergencias similares o desastres naturales.
En este contexto, la inversión en modernización de hidroeléctricas se presenta como una oportunidad, al ser inversiones que ayudarán a reactivar la cadena productiva de equipos (muchos de fabricación local), y que son intensivas en mano de obra (en el caso de rehabilitación de obras civiles). Asimismo, estas son inversiones de menor duración que la construcción de centrales nuevas, y con menores impactos ambientales o sociales. La reducción del crecimiento de la demanda de electricidad en este periodo de crisis y postcrisis podrá significar que en este caso la parada de algunas centrales hidroeléctricas tendrá un costo menor para el sistema, ya que no deberá ser sustituidas por otras centrales mientras se encuentran en rehabilitación. La modernización y digitalización de las hidroeléctricas permitirán a estas instalaciones apoyar la transición energética en la región, y continuar proveyendo energía por las próximas décadas, incrementando la seguridad energética y resiliencia climática.